El light painting, también conocido como pintura con luz, es una técnica fotográfica en la cual se utilizan fuentes de luz móviles para crear efectos visuales únicos en una imagen. Consiste en tomar una fotografía en un entorno oscuro y mover una fuente de luz mientras la cámara captura la exposición prolongada, lo que resulta en trazos de luz que quedan registrados en la imagen final.

Para crear un light painting, se requiere una cámara con la capacidad de ajustar la velocidad de obturación para permitir una exposición prolongada, un trípode para mantener la cámara estable durante el tiempo de exposición y una fuente de luz, como una linterna, una bengala, luces LED o cualquier otro dispositivo que emita luz.

El proceso generalmente implica configurar la cámara en modo manual, establecer una velocidad de obturación lenta, entre varios segundos y varios minutos, y encender la fuente de luz. A medida que la cámara captura la imagen, el fotógrafo puede mover la luz de diferentes formas, como dibujar figuras, hacer trazos en el aire o iluminar objetos específicos para resaltarlos.